Por: J.C. Malone
El Covid-19 mató más de seis millones e infectó más de 450 millones de personas en dos años.
Mató 8,219 personas diarias, cada hora, durante los últimos dos años morían 342 personas.
Este viernes 11, se cumple el segundo aniversario de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el Covid-19 una pandemia.
A la pestilencia y mortandad del Covid-19 siguieron parálisis económica, escasez, inflación galopante, el cambio climático y la guerra en Ucrania.
Estados Unidos tiene más muertos que ninguna otra nación, casi un millón, 81 millones fueron infectados. En América a pandemia mató 2.6 millones de personas, la región con mayor mortandad, donde infectó 150 millones.
En Europa murieron 1.7 millones y hubo 162 millones infectados. Asia registró 122 millones infectados y 1.3 millones de muertes, mientras que África tuvo 12 millones de infectados y 250 mil de muertos.
El tráfico aéreo distribuyó la pandemia, con vuelos diarios entre Estados Unidos, Europa, Asia y América.
Nadie asegura que el Covid-19 pasó, ni puede descartar una nueva variante.
La combinación de plagas, cambio climático y guerras, como ahora, resultan horrorosas, porque así surgieron las peores pestes, que mataron a cientos de millones de personas.
La Viruela
Unos 1,500 años antes de Cristo, un cambio climático destruyó la civilización existente. Ayer el planeta se sobre-enfrió tanto, que el sol no calentaba las superficies marinas.
Sin vapor de agua no había nubes y sin nubes no llovía, la sequía duró más de 200 años, no había agricultura ni alimentación, colapsó la civilización.
Surgió una alianza entre piratas y mercenarios que saquearon las ciudades portuarias del Mediterráneo, le llamaban “la gente del mar”.
Ellos invadieron el antiguo Egipto, el emperador Ramses II los aplastó, pero luego llegó la viruela, que mató al emperador Ramses IV y destruyó el Imperio Egipcio.
La viruela destruyó Atenas y la Antigua Grecia, después de la Guerra del Peloponeso, en el 430 antes de Cristo.
En el 180 después de Cristo, mató a los emperadores Lucios Vero y Marco Aurelio, antes de destruir el Imperio Romano.
En 1980 una colaboración mundial erradicó la viruela del planeta, pero antes de erradicarla, llegó otra plaga mortal.
La Peste Bubónica
En el 436 de la era cristiana, el volcán Ilopango, en El Salvador, tuvo la erupción más poderosa del planeta en los últimos siete mil años.
Escupió tanto humo y cenizas que impidió la llegada de los ultravioletas al planeta, el verano del 436 las temperaturas descendieron hasta 2.5 grados.
Durante un año, el sol no brilló, sin sol no hubo agricultura y llegó la hambruna.
Mientras, el emperador bizantino, Justiniano, dirigía varias guerras. Entre guerras y hambruna, llegó por vez primera la Peste Bubónica.
“La Peste de Justiniano”, le llamaban, iba y venía varias veces, como las olas del mar; mató más de 50 millones en 200 años, desapareció en el año 750.
En el 1347, 800 años después de la peste bubónica, hubo un fiero combate entre italianos y tártaros, en la península de Crimea, Ucrania.
Los tártaros infectaron a los italianos con la Peste Bubónica, los italianos huyeron por el Mar Negro, hasta Estabul, Turquía, con ellos retornó la Peste Bubónica a Europa.
Tenemos guerra en Ucrania y cambio climático otra vez, todavía el Covid-19 sigue activo, cualquier cosa puede pasar. jcmalone01@aol.com