Por: Ramón Núñez Ramírez
El Banco Central publicó un comunicado para anunciar que la inflación a marzo había disminuido; vamos a ver que los precios, especialmente de los alimentos, siguen a un nivel que la mayoría no puede adquirir, sin embargo, la caída del crecimiento en relación al año pasado refleja una desaceleración y quizás por ello la institución monetaria opto por colgarla en la página web sin el habitual comunicado.
Desde octubre del pasado año el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), una especie de PIB preliminar, ha comenzado a disminuir por debajo del crecimiento potencial con 3.8%, en noviembre 2.9% y diciembre 3.3%, aun así, gracias al crecimiento de los meses precedente se logró cerrar con 4.9%.
En enero el crecimiento anualizado fue de 0.4% y en febrero de 1.8% para un acumulado de apenas 1.1%; cuando esas cifras se comparan con el crecimiento anualizado de enero y febrero de 2022 de 6.3% y 5.8% respectivamente y un acumulado de 6.0%, implica una caída del IMAE de 4.9 puntos porcentuales( -81.7%), obviamente no podemos hablar de una recesión a la vista pero si una desaceleración que dificulta cumplir con la meta de crecimiento de 4.0-4.5%, especialmente en medio un panorama global con tendencia al crecimiento a la baja y altas tasas de interés.
En cuanto a la inflación, ciertamente a marzo la anualizada fue de 5.9%, la inflación subyacente(la de origen monetaria) fue de 6.16%, mayor a la inflación a marzo, el índice de Precios al Consumidor(IPC) para los tres primeros quintiles fueron de 6.65%, 6.42% y 6.22% respectivamente, también mayor a 5.9%, mientras la canasta básica del primer quintil aumentó en 6.65%, pasando de RD$24,367.08 a RD$25, 987.83 en apenas un año, vale decir que el mayor de los salarios mínimos (RD$24.990) no alcanza para cubrir el costo de la canasta básica del primer quintil.
La realidad es que la inflación podría converger este año hacia la meta del BC de 4.0%±1.0%, dependiendo de varios factores exógenos como el precio del petróleo, que los principales productores mundiales acordaron reducir drásticamente la extracción del crudo, sin embargo, los consumidores no van a recuperar su capacidad de compra porque la velocidad del crecimiento del IPC se reduzca, pero el nivel de precios sigue siendo inalcanzable para las mayorías.
Para tener una idea vamos a comparar el índice de Precios de una serie de bienes de la canasta familiar entre marzo de 2023 y marzo de 2021.
Los alimentos en sentido general entre marzo 2023-marzo 2021 aumentaron en 21.97%, el pan 30.54%, spaghetti 30.42%, pollo freso 20 .67%, carne de cerdo en 27.10%, salami 22.09%, bacalao 18.02%, arenque 56.6%, leche en polvo 16.91%, aceite para cocinar en 40.64%, plátano 47.06%, yuca 88.65% y el “plato del día” en 20.00%. Los precios no han disminuido, están creciendo menos; el índice de Precios no se va a reducir porque para ello sería necesaria una deflación (inflación negativa) y eso no es deseable.
El Presidente Luis Abinader, que está empeñado en hacer un buen gobierno, tiene frente a si un opositor formidable que son los precios elevados, punto número uno de preocupación revelado en todas las encuestas, y ahora tiene el riesgo potencial de una economía en desaceleración cuyo crecimiento podría ser muy inferior al 4.9% del año pasado.