Por: EFE
Londres, Reino Unido.- Kang The Conqueror (Kang, El Conquistador) es el nuevo supervillano de Marvel. Así lo enseña Ant-Man and the Wasp: Quantumania, la última película del universo cinematográfico de Marvel que pone de manifiesto el poderío de este ser, mientras combina la espectacularidad de los superhéroes con las relaciones familiares.
En la tercera película de Ant-Man, Scott Lang (Paul Rudd) cede el protagonismo al grupo en una aventura en un mundo cuántico y que actúa como una cárcel extraterrestre (con influencias de Ricky y Morty) en la que se ven atrapados sus personajes.
La problemática relación con su hija, Cassie (Kathryn Newton), envuelve la obra, pero son otros caracteres los que toman las riendas del guion, como es el caso de Janet van Dyne, interpretada por Michelle Pfeiffer, que se convierte en la verdadera heroína de la obra ante el conflicto que sufre Rudd: el familiar.
«Disfruto mucho de muchos aspectos de Scott (Rudd)», cuenta Michael Douglas (Hank Pym, marido de Dyne) en una charla con medios de comunicación en la que estuvo EFE. «Pero no le apruebo. Me gusta su humor, la gracia que desprende, pero para mí, como padre, es como que no merece a mi hija y eso crea tensiones».
De este modo, no hay un gran protagonista, sino que el interés toma varias aristas y la película produce saltos entre unas líneas de guion y otras: la relación de Scott con su hija, el matrimonio con Hope van Dyne (Evangeline Lilly), los suegros, el pasado secreto de Janet y la presentación del nuevo villano de la franquicia Marvel post Thanos: Kang The Conqueror.
Este personaje bebe de influencias como Darth Vader y muestra un poder insólito hasta el momento. No ha sido su primera aparición en el universo de Marvel, puesto que ya salió en un episodio de la serie Loki, pero ahora su personaje cobra mucha más importancia y además de ser el antagonista en Ant-Man, lo será en Avengers: The Kang Dinasty y en Avengers: Secret Wars, a estrenar en 2025 y 2026.
The Conqueror (Jonathan Majors) es presentado como un viajero temporal, capaz de saltar entre diferentes universos y con una fuerza capaz de «matar a cualquier superhéroe». Su fuerza como individuo fortalece aún más la necesidad de un grupo y la importancia de los protagonistas como un todo, no como cada uno por separado.
Uno que llega, Kang, y otro que puede irse, Douglas, que no deshecha la idea de aparecer en un cuarto film de Ant-Man, pero bajo una condición: Morir.
«Probablemente sí me gustaría hacer una más, aunque tendría que leer la letra pequeña de mi contrato», bromea Douglas. «Si lo hiciera, sería para tener un gran final. Querría una gran muerte, un cierre maravilloso», dice Douglas, quien también admite que las películas de superhéroes no están acostumbradas a tener personajes tan mayores.
«No creo que haya muchos personajes viejos en las películas de Marvel, seguramente yo sea de los mayores, lo que te hace preguntarte: «¿Tendría que colgar las botas ya?» De seguir, seguro que les pediría que me dejaran ir con un gran «bang», con espectaculares efectos especiales», explica Douglas.
Ant-Man and the Wasp: Quantumania se estrena este viernes en los cines de España.