Por: Listindiario.Com
Santo Domingo, RD.- Un 9 de marzo pero de 1817 nació Francisco del Rosario Sánchez, pieza clave para la soberanía nacional.
Antes de iniciarse en los movimientos independistas, Sánchez vendía peines de concha. Pero conoció a Juan Pablo Duarte, fundador de la sociedad secreta ‘La Trinitaria’, tras tomar clases de filosofía, quien lo adentró en el proyecto patriótico.
En 1843 Francisco del Rosario Sánchez se dedicó a coordinar el movimiento revolucionario La Reforma, para derrocar al dictador haitiano Jean Pierre Boyer, quien había unificado toda la isla de La Española.
Luego del derrocamiento, el nuevo presidente Charles Herard se percató que los trinitarios tenían otros interés, por lo que envió al exilio a Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez y Pedro Alejandrino Pina, cabecillas de La Trinitaria.
Por lo que Sánchez, Matías Ramón Mella y Vicente Celestino Duarte pasaron a presidir la lucha independista del 27 de febrero de 1844 que terminó cuando Sánchez izó, por primera vez, la bandera dominicana en la Puerta del Conde.
Pero al poco tiempo Sánchez fue expulsado del territorio dominicano hacia Inglaterra pasando luego a Nueva York, Curazao, Antillas Holandesas. Hasta el fusilamiento de su tía, María Trinidad Sánchez, hecho que hizo que regresara al país para convertirse en defensor público.
En 1855 fue enviado nueva vez a Curazao, pero regresó a República Dominicana un año después.
Para 1859 fue desterrado a la isla Saint Thomas, donde se enteró de los planes anexionistas con España encabezados por Pedro Santana.
Sánchez encabezó el movimiento nacional de la parte sur del país en contra de la anexión. Y el 20 de enero de 1861 se traslada a Haití para lanzar una proclama patriótica.
Al entrar otra vez al país fue herido en la ingle y posteriormente capturado junto a los demás compañeros en San Juan de la Maguana para ser juzgados por una corte militar y condenados a muerte.
Seis meses después, el 4 de julio de 1861, fue fusilado donde hoy día se encuentra el cementerio de San Juan de la Maguana.
Sus últimas palabras fueron: “Decid a los dominicanos que muero con la Patria, por la Patria, y a mi familia que no recuerde mi muerte para vengarla”.