Por EFE
Santo Domingo.- La temporada de observación de ballenas jorobadas en el dominicano Santuario de Mamíferos Marinos Banco de la Plata y La Navidad ha comenzado y se espera que, como cada año, atraiga a numerosos turistas a Samaná, en el noreste del país.
Este año la temporada, que se extiende hasta el 31 de marzo, se ha bautizado con el nombre de “Danza que trae vida” y en ella pueden contemplarse los “bailes y saltos” de estos cetáceos al migrar desde el Atlántico Norte, Groenlandia, Estados Unidos, Canadá, Islandia y el Santuario Hermano de Stellwagen en Massachusetts (EE.UU.) a aparearse en las cálidas aguas caribeñas.
Como afirmó este lunes el ministro dominicano de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, este espectáculo natural “marca un hito al inicio de año por ser una oportunidad no solo de observar uno de los mamíferos marinos más grandes del mundo, sino también por el impulso que genera al ecoturismo, mayor potencial económico del país».
Coincidiendo con el inicio de la temporada de observación, Medio Ambiente firmó este lunes una alianza con varias instituciones para el correcto manejo y desarrollo de la actividad ecoturística en la zona.
Con el convenio suscrito se constituye el Comité de Gestión del Santuario de Mamíferos Marinos Bancos de La Plata y La Navidad para una temporada de observación de gestión sostenible que garantice la integridad física de estos mamíferos marinos y los visitantes.
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Durante el evento, Hatton exhortó a la población a visitar el santuario y a crear conciencia sobre la importancia de proteger la especie para garantizar unos servicios ecosistémicos de vital importancia para la vida y el planeta.
Al igual que otros años, el ministerio dispuso que la temporada de observación de ballenas jorobadas se realice bajo un estricto cumplimiento de las reglas establecidas en la Ley sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Esto implica mantener una distancia prudente con los animales, evitar ruidos y que las embarcaciones acaten las disposiciones de la Armada Dominicana en cuanto al número de personas que podrán viajar en las naves de avistamiento.
Además, cada capitán deberá tener una radio de comunicación y los pasajero portar sus salvavidas o chalecos, entre otras normas.